ASOCIACIÓN SEVILLANA DE PACIENTES ANTICOAGULADOS Y PORTADORES DE VÁLVULAS CARDÍACAS

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SEVILLA Y PROVINCIA

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Asociación ASPAYPVC

viernes, 12 de febrero de 2010

HEPARINAS, CONCEPTO Y ACCIONES.

HEPARINAS, CONCEPTO Y ACCIONES.



INTRODUCCIÓN.- Este grupo de medicamentos, usados frecuentemente, tanto en medio hospitalario como extrahospitalario, forman parte del gran conjunto de los fármacos anticoagulantes y deben ser encasillados (salvo raras excepciones) en el grupo de los anticoagulantes inyectables. Son muy conocidos por todos los médicos y por una gran mayoría de los pacientes, en especial, por los anticoagulados. Sin embargo, cuando pretendemos ahondar en ese conocimiento preguntando sobre su mecanismo de acción, sobre la función que realizan, sus indicaciones, su dosificación, su monitorización (unas veces obligada y otras no) o porqué, ante una intervención quirúrgica, se debe poner una inyección de heparina y suprimir el anticoagulante oral, siendo su acción también anticoagulante. nos damos cuenta que existe un gran desconocimiento en el personal sanitario, salvo raras y honrosas excepciones.
Me gustaría equivocarme pero, en la mayoría de las ocasiones (por no decir en todas) en las que he preguntado, mis compañeros sanitarios sabían de este tema, lo mismo que yo, nada o casi nada. Como médico y como anticoagulado, el tema me ha interesado enormemente desde hace bastante tiempo. Quizás no le he preguntado al compañero adecuado o no he consultado las publicaciones que debía. El caso es que, hasta hace unos días, no he dado con ningún artículo que me aclarase este tema, tal y como yo deseaba. Quizás por mi torpeza, tras leer cientos de artículos, siempre me quedaba una laguna que me era imposible rellenar. Hoy estoy contento porque creo que, al fin, lo he conseguido y así os lo voy a intentar transmitir, ya que el tema merece la pena conocerlo como sanitarios y, sobre todo, si a la vez somos anticoagulados.
Las heparinas, como los dicumarínicos, pertenecen al grupo de medicamentos anticoagulantes de acción indirecta, es decir, aquellos que actúan sobre otras proteínas o sobre otras vías metabólicas, alterando el funcionamiento de la cascada de la coagulación. En cambio, los de acción directa, como la hirudina y el argatroban, son inhibidores directos de la trombina, siendo capaces por si solos de inhibir la cascada de la coagulación.
Hay dos clases de heparinas, la heparina no fraccionada (HNF) y las heparinas fraccionadas o heparinas de bajo peso molecular (HBPM).

HEPARINA NO FRACCIONADA (HNF).- Fue descubierta en el año 1916 por el estudiante de Medicina McLean. La mayoría de las preparaciones comerciales de HNF se obtienen de mucosa intestinal de cerdo y de pulmón de buey, y están constituidas por una mezcla de cadenas sulfatadas de glicosaminoglicanos de, al menos, una longitud de 18 unidades de sacáridos cada una, con peso molecular entre 3000 y 30000 daltons. La HNF es un anticoagulante de acción rápida, que ejerce dos funciones: Una es la acción antitrombótica, que la realiza a través de la inhibición del factor Xa. La otra es la inhibición del factor IIa (trombina), que está relacionada con la actividad anticoagulante. Ambas inhibiciones están mediadas por la antitrombina III (ATIII), que es una proteína de la sangre, una α-2 globulina, anticoagulante natural que neutraliza la trombina y el factor Xa y bloquea la formación de trombos de forma natural. Es la principal inhibidora de la coagulación y la deficiencia congénita de ATIII es una enfermedad hereditaria que predispone a la formación de trombos y forma parte de las trombofilias. Los anticonceptivos pueden disminuir los niveles sanguíneos de ATIII. Esta heparina sólo se usa en medio hospitalario y, como hemos visto, ejerce dos funciones a la par: una anticoagulante y otra antitrombótica.
La HNF realiza su acción aumentando la capacidad inhibitoria de la enzima ATIII sobre los factores de coagulación, impidiendo que la protrombina (factor II) se transforme en trombina (factor IIa) e impidiendo la acción del factor Xa. La acción de la ATIII se ejerce, normalmente, con lentitud, pero puede acelerarse hasta mil veces, cuando se le une la HNF
Cuando la HNF es utilizada a dosis terapéuticas altas (buscando anticoagulación inmediata) precisa monitorización. A dosis preventivas no necesita controles.
Su efecto anticoagulante no se mide por el tiempo de protrombina (TP) si no por el tiempo de tromboplastina parcial activada (TTPa) (normal entre 25 y 43 sg.), que es la prueba más simple y fiable para valorar la vía intrínseca de la coagulación y es la que suele solicitarse para investigar la causa de sangrados o de formación inexplicable de trombos, además de para monitorizar el tratamiento anticoagulante con HNF. Una prolongación del TTPa con el TP normal, sugiere una deficiencia de los factores VIII, IX, XI ó XII. Si están prolongados los dos, puede tratarse de una deficiencia de los factores X, V, III ó I (fibrinógeno).

HEPARINAS DE BAJO PESO MOLECULAR (HBPM).- Se obtienen por fragmentación química o enzimática de la HNF, realizada por distintos procedimientos (el más común es la despolimerización por ácido nitroso), originando moléculas más pequeñas, con pesos moleculares entre 1000 y 10000 daltons. Dependiendo de la técnica de despolimerización utilizada, se obtienen distintos tipos de HBPM, cuyas propiedades farmacocinéticas son también distintas, habiendo entre ellas diferencias en cuanto a peso molecular, estructura y acciones farmacológicas, contando sólo en común, con un pentasacárido de 1700 daltons en su estructura, que es esencial para su efecto anticoagulante. Por todo ello, cada HBPM debe considerarse como un fármaco distinto y las comercializadas en España son; la enoxaparina (Clexane), nadroparina (Fraxiparina), dalteparina (Fragmin), bemiparina (Hibor), y tinzaparina (Innohep).
Su acción antitrombótica la ejercen a través de la inhibición del factor Xa, tal como lo hace la HNF, pero la inhibición de la trombina (factor IIa), relacionado con la capacidad anticoagulante, se ve notablemente disminuida con respecto a la HNF, lo que constituye la propiedad más destacable de las HBPM y lo que las capacita para sustituir a los anticoagulantes orales en las intervenciones quirúrgicas, sin aumentar el riesgo de hemorragia y las que se aplican a los anticoagulados cuando el INR está fuera de rango.
Eso ocurre así porque la longitud de la cadena de heparina no influye en la inhibición del factor Xa, ya que sólo se necesita para ello cadenas de 5 sacáridos, mientras que para la inhibición de la trombina se necesitan cadenas de 18 sacáridos, como las que contiene la HNF. Por tanto, la HNF posee un coeficiente de actividad anti-Xa / anti-IIa igual a 1. Por el contrario, las HBPM contienen una gran proporción de cadenas de menos de 18 sacáridos, por lo que poseen una mayor capacidad de inhibición de la función anti-Xa (antitrombótica) que de la función anti-IIa (anticoagulante), con un cociente de actividad anti-Xa / anti-IIa mayor que 1, y este cociente varía entre las distintas HBPM, según su peso molecular. En base a esta teoría podemos esperar que las HBPM sean, al menos, tan eficaces o más que la HNF en su actividad antitrombótica y que presenten menor riesgo de sangrado.
Además, al acortar sus cadenas, las HBPM disminuyen su carga aniónica, teniendo menor afinidad por las proteínas plasmáticas, por las células endoteliales y por los macrófagos, todo lo cual contribuye a explicar las siguientes ventajas de las HBPM, en relación a la HNF:
a).- Elevada biodisponibilidad de las HBPM (90%) sobre la HNF (30%), al disminuir su unión a proteínas plasmáticas y a proteínas de la pared vascular.
b).- Mejor absorción por vía subcutánea por poseer cadenas más cortas que la HNF.
c).- Las HBPM poseen un metabolismo renal independiente de la dosis, lento y completo a las 24 horas. La HNF tiene dos vías de eliminación, una rápida y saturable de unión a células endoteliales y otra, más lenta, renal y dosis dependiente.
d).- Tienen menos reactividad frente a las plaquetas, porque su carga negativa es menor al tener sus cadenas más cortas, lo que conlleva menor incidencia de trombopenia inducida por heparina.
e).- El uso de la HNF se limita al ámbito hospitalario, donde su dosis se puede monitorizar. Las HBPM se pueden utilizar fuera y dentro de los hospitales, porque se administran por vía subcutánea y no precisan monitorización, salvo en pacientes con insuficiencia renal grave y en pacientes con peso menor de 50 kgs. o en obesos.
f).- La HNF prolonga el TTPa y el TP y aumenta el INR. Las HBPM casi no los alteran por lo que apenas presentan peligro de hemorragias.
Las HBPM se administran por vía subcutánea y su dosis depende del tipo de HBPM escogida, por lo que debe consultarse la posología recomendada para cada una, ya que los componentes de este grupo de fármacos no son intercambiables.
La biodisponibilidad y el tiempo de vida media de las HBPM son superiores a las de la HNF, persistiendo su actividad incluso 24 horas, por lo que con una sola inyección subcutánea al día, es suficiente. No pasan la barrera placentaria ni a leche materna, por lo que se pueden administrar a embarazadas y a madres lactantes. Se usan en la prevención o tratamiento de las enfermedades tromboembólicas. Hasta la fecha no se han comunicado interacciones medicamentosas con las HBPM.

Ramiro Aguilera. Médico y Vicepresidente de la Asociación de Pacientes Anticoagulados de Granada. Febrero de 2010.

lunes, 8 de febrero de 2010

AEPOVAC pone en marcha una prueba piloto en Madrid para evaluar la eficacia del autocontrol en pacientes anticoagulados

AEPOVAC pone en marcha una prueba piloto en Madrid para evaluar la eficacia del autocontrol en pacientes anticoagulados



En los próximos días se pondrá en marcha una prueba piloto en la que participarán 30 pacientes anticoagulados de la Comunidad de Madrid. La duración prevista para su realización es de 12 meses, tras los cuales se elaborará una memoria balance definitiva, que será posteriormente presentada a las comunidades autónomas y al Ministerio de Sanidad.

1/2/2010 Imprimir

Según datos aportados por la Asociación Española de Portadores de Válvulas Cardiacas y Anticoagulados (AEPOVAC), en España habría actualmente un millón de personas siguiendo una terapia anticoagulante oral (TAO). De todas ellas, entre 600.00 y 700.000 están en tratamiento de forma permanente, y el resto sólo de manera temporal, en función de la necesidad que haya de mantener los niveles de coagulación en determinadas cifras preventivas según la causa que determine dicha necesidad. Además, cada año se incorporan 100.000 nuevos pacientes a este grupo de población.

Los continuos controles que requiere el tratamiento actualmente disponible, los numerosos desplazamientos a los hospitales que esto conlleva y los obstáculos al autocontrol son los principales problemas que afectan al ritmo de vida de este colectivo. Con el objetivo de subsanar estas dificultades, por primera vez en España una asociación de pacientes ha tomado la iniciativa para liderar un ambicioso proyecto de comunicación con el que se pretende mejorar la información que reciben los pacientes anticoagulados en autocontrol, que "son aquellos que miden sus niveles en casa mediante un coagulómetro portátil para evitar desplazamientos", señala Juan Manuel Ortiz, presidente de AEPOVAC. "Se trata de una solución tecnológica que facilita la comunicación bidireccional entre el médico y el paciente".

Hay una gran mayoría de pacientes en TAO que pueden estar en autocontrol: aquellos que se encuentran inmersos en el mundo laboral, ancianos muy mayores a través de un familiar que hace de enfermero y personas que viven en medios rurales o muy alejadas de las grandes urbes. Todos ellos serían susceptibles de utilizar el sistema de mensajería propuesto por AEPOVAC, que se basa en una aplicación de Roche denominada TAONet. Ésta consta de dos aplicativos básicos: un servidor conectado con los centros sanitarios participantes en el proyecto y un terminal móvil para cada paciente anticoagulado. Los coagulómetros (Coaguchek XS) y las tiras reactivas corren a cargo de Roche, y los teléfonos móviles, a cargo de Samsung.

Este sistema "permite al hematólogo gestionar más fácilmente a sus pacientes en autocontrol", explica el presidente de AEPOVAC. "Tras pincharse para obtener su valor INR (Índice Internacional Normalizado), el paciente enviaría a su médico este dato desde su móvil (a través de un mensaje GPRS/3G) a una aplicación centralizada y accesible por el hematólogo vía web (con autenticación y password), quien respondería al paciente mediante un mensaje con la pauta de medicación correspondiente a una semana", añade. Esta misma operación se repetiría al cabo de siete días. En caso de que dicha cifra se encontrara fuera de rango, el paciente sería citado vía móvil para acudir a la consulta de manera presencial. Los terminales de Samsung permiten a los pacientes en autocontrol el envío y consulta de los datos de una manera sencilla, segura y amigable. Todo el proyecto está soportado por las redes de telecomunicaciones de Telefónica, que se encargará de la integración y supervisión de las tecnologías.

Piloto de 12 meses con 30 pacientes anticoagulados en autocontrol

En los próximos días se pondrá en marcha una prueba piloto en la que participarán 30 pacientes anticoagulados de la Comunidad de Madrid (15 pertenecientes al Servicio de Hematología de la Clínica Santa Elena y otros 15 adscritos al Instituto de Cardiología de Madrid). La duración prevista para su realización es de 12 meses, tras los cuales se elaborará una memoria balance definitiva, que será posteriormente presentada a las comunidades autónomas y al Ministerio de Sanidad. Asimismo, habrá revisiones del ensayo cada tres meses, para las cuales se encuestará a los pacientes participantes, entre otras cosas. La prueba incluye la formación de algunos de estos pacientes en relación con el autocontrol.

Iniciativas como ésta "pueden tener un impacto importante en la seguridad y la calidad de vida de los pacientes anticoagulados, aunque vienen bloqueándose desde las administraciones con la excusa de la inminente aprobación de nuevos fármacos anticoagulantes que apenas requieren controles", comenta el doctor Mario Rodríguez Paíno, hematólogo de la Clínica Santa Elena. No obstante, "es muy probable que dichos fármacos no sirvan para todos los pacientes anticoagulados". En definitiva, "se espera que un porcentaje significativo del colectivo siga con el tratamiento anticoagulante oral tradicional a medio o largo plazo, y éstos tienen el derecho a disponer de la mejor estrategia terapéutica disponible, como ha demostrado ser el autocontrol del tratamiento anticoagulante oral", concluye.



Redacción Informativos MedicinaTV.com

lunes, 1 de febrero de 2010

AUTOCONTROL EN DIABETES. EXTENSIBLE A LA ANTICOAGULACION.

AUTOCONTROL EN DIABETES.
EXTENSIBLE A LA ANTICOAGULACIÓN.


Este artículo es un extracto de otro publicado en “CORREO MÉDICO” de fecha 25-31 de Enero de 2010. Todo lo que hace mención a la anticoagulación, ha sido añadido por el que suscribe al final.
Hasta ahora, tanto en la Asociación Americana de Diabetes (ADA) como en la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), hay consenso en que un buen autocontrol de la diabetes tipo 2, tratada con antidiabéticos orales, es el mejor camino para evitar complicaciones. Pero, según Jesús Diago, director médico de la compañía LifeScan, En España no hay un consenso común para todas las comunidades, sobre como se debe realizar ese autocontrol. El Distrito Sanitario Córdoba Sur recomienda tres determinaciones por semana y una al mes. Las áreas 6 y 9 de Madrid aconsejan no hacer determinaciones o sólo efectuarlas en caso de hipoglucemia. Para la ADA y la EASD, lo aconsejable es una determinación al día. En Francia hay consenso desde Octubre de 2007 y en Alemania, desde Agosto de 2009.
En cambio, para el autocontrol en anticoagulación, el consenso ha madurado a nivel mundial, con mucha más antelación y está concretado entre 7 y 10 días.
Lo que sí sabemos, según el Dr. Diago, es que “un mayor autocontrol mejora el control metabólico, reduce las complicaciones y, por tanto, disminuye el gasto sanitario asociado”. Hay datos de estudios de 2009, tanto norteamericanos como españoles, ratificando que a más autocontrol, más ahorro. “El Ministerio de Sanidad y Política Social debería fomentar la creación de grupos de trabajo para demostrar la utilidad del autocontrol y su frecuencia, para conocimiento de las distintas regiones y sociedades científicas”.
Según José Antonio Vazquez, coordinador de la Estrategia en Diabetes del Sistema Nacional de Salud, “sin controlar la glucemia es complicado que el paciente pueda tomar los mandos de su propia enfermedad”.
Es muy importante la formación del paciente y, como señala Alfonso Calle, Jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital San Carlos de Madrid, “no basta con tener el coche, hay que enseñar a conducir”. Si no se le enseña a autocontrolarse, no hemos conseguido nada.
Esther Gil Zorzo, presidenta de Enfermeras Expertas en Diabetes y Educación de Crónicos, afirma que “la educación es un derecho de los pacientes con diabetes”, “el médico será quien haga la valoración del número de determinaciones necesarias y el paciente tendrá que estar educado, labor habitual de Enfermería, para poder dar valor a las cifras”.
Casi todo lo que se afirma en este artículo sobre la diabetes, lo podemos aplicar a los pacientes anticoagulados, con la seguridad de que el autocontrol es tan beneficioso para ambos colectivos como para la sociedad. Naturalmente que, al comienzo del autocontrol, el paciente debe estar estrictamente vigilado por el especialista o por su médico de cabecera, para obtener de este método el mayor rendimiento posible, tanto en lo relacionado con el adecuado ajuste de la dosificación tras cada control, como en la necesidad de no hacer un mal uso de las tiras reactivas. Médico y paciente deben esforzarse para conseguir que el autocontrol sea beneficioso y rentable para el paciente y para la sociedad.
Ramiro Aguilera. Médico y Vicepresidente de la Asociación de Pacientes Anticoagulados de Granada. Enero de 2010.